Pago por uso de Autovías en 2024: Todo lo que necesitas saber

Finalmente, tras muchos meses de deliberación, el Gobierno español ha anunciado su decisión de excluir el pago por uso en las autovías, una medida que se alinea con la directiva europea que establece el principio de "quien contamina paga". Esta decisión se fundamenta en la creencia de que un peaje de 4 céntimos por kilómetro sería suficiente para financiar el mantenimiento de las carreteras.

En lugar de implementar este sistema, el Gobierno ha optado por mantener el modelo actual, dejando fuera el pago por uso en las infraestructuras viales que no están concesionadas. Esta medida generará ingresos anticipados a través de contratos de concesión, estimando que España podría recaudar entre 45.000 y 109.000 millones de euros para el mantenimiento de las carreteras. Esta cantidad dependerá del tipo de tarifas que se establezcan.

A pocos meses del inicio de 2024, fecha límite establecida por el Gobierno para implantar la nueva red de peajes en las autopistas y autovías españolas, la Comisión Europea da el visto bueno a España para paralizar y eliminar de forma definitiva este plan de pago por uso de las carreteras.

Así, el pago por uso de autovías en España no se hará efectivo en 2024. Debido a la situación económica y política que estamos viviendo actualmente, esta idea del Ministerio de Transportes fue muy polémica y nunca llegó a comunicarse con claridad de forma pública, pero tenía como límite el año 2024 para su implantación definitiva, que definitivamente no verá la luz. Tendremos que esperar nuevas noticias del Gobierno para conocer qué nuevos proyectos se plantearán en cuanto a nuestra red de carreteras los próximos años.

El Gobierno, tras meses de dudas y esperas, finalmente no implantará el pago por uso de las carreteras durante el año 2024. Según el Ministerio de Transportes, a día de hoy, en España no se dan las condiciones necesarias para este proyecto: ni en lo económico, ni en lo social, y tampoco en lo político debido a las próximas elecciones autonómicas y municipales.

A causa de las distintas situaciones que se están viviendo en Europa, y que han llevado a la inflación y subida de precio de los combustibles, Bruselas se ha mostrado en una posición comprensiva con la decisión del Gobierno. Sin embargo, el Ministerio de Transportes no deja de lado la planificación del proyecto y sigue poniendo sobre la mesa un futuro pago de las carreteras a través de una viñeta anual o de un sistema en función de los kilómetros recorridos.

Ya sabemos que en el País Vasco ya se ha implantado el sistema de peaje en la A-636, y que otras carreteras se sumarán a este método a finales de año. Sin embargo, tenemos pocas novedades sobre el futuro del plan a nivel nacional, pues el Gobierno sigue estudiando cómo estructurarlo. Según las últimas declaraciones, se ha planteado la posibilidad de que el futuro sistema de pago por uso de carreteras en España funcione en base a la renta de cada usuario. Sin embargo, esto seguramente no sea posible ni concuerde con cómo ha funcionado el sistema de peaje hasta ahora en nuestro país.

Isabel Pardo de Vera, Secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha afirmado que ‘’hay que tomar estas medidas desde un punto de vista progresivo’’, y que se presentará un modelo cuando exista un consenso político. Tendremos que esperar y ver qué otras CC.AA. empiezan poco a poco a implantar peajes en sus carreteras públicas, y cómo va evolucionando el plan los próximos meses.

El plan de pago por uso de autopistas en España sigue en marcha, y ya ha empezado a implementarse en algunas autovías del País Vasco: Gipuzkoa fue la primera en implantar el sistema de peaje en la A-636, que funciona sin necesidad de cabinas, sólo con lectura de matrícula al atravesar un pórtico. Las próximas carreteras de pago por uso que sólo afectarán a vehículos pesados y que empezarán a funcionar a finales de 2022 son la BI-625, N-240, A-8, N-636 y N-637. Además de Gipuzkoa, Álava también está planeando la implantación del sistema de pago por uso de carreteras en algún tramo de la A-1.

La idea sobre la que se construye el plan de pago por uso de autovías es que no tiene sentido que el sistema de carreteras de España se sostenga con los impuestos de todos los ciudadanos, sino que debería sufragarse con el dinero de los usuarios de esas carreteras. Así, pagarán los conductores que atraviesen esas autovías, y se mantienen las tres excepciones que ya conocemos: no pagarán los trabajadores que se desplacen a su lugar de trabajo, los estudiantes que se desplacen para ir a su centro de estudios y los conductores que recorran las carreteras por motivos de salud.

El Gobierno ha retomado este mes de agosto su plan para establecer peajes en todas las carreteras españolas, que tiene una fecha establecida: finales de 2023. El Ministerio de Transportes cuenta ahora con Ineco y KMPG para estudiar cómo instaurar el pago por uso en las autopistas de España además de un impuesto especial para los hidrocarburos, manteniendo su primera idea de que se pague según el uso que se haga de las carreteras y de cuánto contamine cada vehículo.

Así, este conocido plan del Gobierno podría estar implantado a partir de 2024. Pero antes de activar el pago por uso de carreteras, los expertos deberán analizar posibles impactos y fraudes que puedan darse en el futuro sistema, garantizando así la viabilidad del mismo. Se están buscando maneras de hacer más fácil para los usuarios la implantación del pago por uso, como descuentos o progresividad fiscal. Además, también se están barajando las implicaciones que puede tener aplicar este modelo de peajes a otras redes viales gestionadas por comunidades autónomas, municipios y provincias.

Ahora los usuarios deberán estar atentos a las novedades que se comuniquen sobre el plan de pago por uso, que probablemente esté terminado a finales del año que viene.

Tras la problemática de la subida del precio de la gasolina las últimas semanas, y los conflictos que ha generado en el sector de los transportistas, el Ministerio de Transportes ha optado por congelar el proyecto de convertir en vías de pago todas las carreteras españolas de forma indeterminada.

Así, el pasado marzo se anunció esta paralización de las acciones encaminadas a la implantación del pago por uso de las autovías de España. La fecha de salida para este proyecto era 2023, pero tendremos que ver cómo evoluciona la situación europea actual y los precios del carburante para que el Ministerio pueda retomar el asunto. Mientras tanto, el Gobierno se centrará en tratar de mantener la estabilidad en el sector transportes para intentar volver a la normalidad lo antes posible.

Pedro Sánchez, en sus últimas declaraciones respecto a la nueva Ley de Movilidad mediante la que se planea que los conductores paguen por utilizar las autovías de España, ha afirmado que no se implantarán peajes en las autovías. En contraposición, parece que se está planeando que pague quien contamine o utilice las infraestructuras, algo que ya se había mencionado anteriormente.

¿Y cómo abonarán el importe los conductores españoles si finalmente no se crean nuevos peajes? Todavía no está definido el modelo de pago, pero si nos fijamos en otros países de la Unión Europea es muy probable que acabe implantándose un sistema de viñeta: una pegatina que autoriza a vehículos a circular por vías de alta capacidad (se utiliza ya en Austra, Eslovenia y Eslovaquia, entre otros).

La otra opción sería el pago por distancia recorrida, ya presente en Portugal: los conductores pagan según los kilómetros recorridos.
Tendremos que seguir atentos a nuevas declaraciones y comunicados para conocer mejor el futuro de este plan de movilidad, como los últimos comentarios de Raquel Sánchez, ministra de Transporte, que ha asegurado que el pago por uso de carreteras será progresivo y consultando al sector del transporte.

Según el Ministerio de Transportes, en sólo dos años los vehículos que utilicen autovías y autopistas en España tendrán que disponer de una viñeta, una pegatina ubicada en el parabrisas por la que se paga semanal, mensual y anualmente, permitiendo así el tránsito por todas las carreteras de nuestro país. Después, a medio plazo, se cambiará el modelo de viñeta por el modelo de pago por uso: los vehículos pagarán cada kilómetro recorrido, mientras atraviesan pórticos de lectura de matrícula que se implantarán en las autopistas y autovías.

Cada vez estamos más cerca de poder conocer el plan definitivo de pago por uso, pero tendremos que esperar todavía unos meses. Lo que sí ha comunicado Transportes es que, inicialmente,el escenario del sistema de pago que se implante en España pueda ser de los más bajos de la Unión Europea, con la filosofía de que ‘’muchos conductores paguen un poco, y no al revés’'.

El plan de pago por uso de carreteras estará basado en el número de kilómetros recorridos por cada usuario en sus trayectos. Sin embargo, según las últimas declaraciones, el precio a pagar dependerá del nivel de emisiones que expulse cada vehículo.

En base a esto, muy similar al formato de los sistemas de estacionamiento de ciudades como Madrid y Barcelona, los conductores de vehículos eléctricos o híbridos enchufables pagarían menos que los de gasolina y diésel.

Sin embargo, existen excepciones en las que los usuarios no tendrán que pagar por utilizar los futuros nuevos peajes en autovías: las personas que realicen el recorrido para ir y volver del trabajo, para ir y volver de su lugar de estudios, o por una urgencia médica. Aún así, el gobierno no ha explicado cómo se gestionará este tema. Tendremos que esperar un tiempo para ir viendo sobre el papel todas estas medidas.

Según las últimas informaciones del Gobierno, se propondrá a los conductores pagar por una ‘’viñeta’’ anual para el uso de autopistas y autovías.

Este sistema de pago se basa en un pago único anual, mediante el cual los usuarios reciben una pegatina que adhieren al parabrisas de sus vehículos y, con ella, pueden circular libremente por las autopistas y autovías del país.

La viñeta se considera el método más factible y sencillo de implantación del pago por uso de autovías. Este modelo está presente en varios países de Europa, como Suiza. Con una inversión mínima, se puede cambiar el sistema actual de pago de carreteras sin poner en funcionamiento sistemas técnicos.

La viñeta permitiría generar ingresos en fechas muy determinadas, simplificando el objetivo recaudatorio.